El famoso artista falleció este domingo de un infarto fulminante, en California, EE.UU. Fue uno de los cantantes más populares de América Latina. Pero muchos cuestionaron las razones de su éxito, forjado a partir de sencillas canciones de amor.
El artista mexicano Juan Gabriel falleció este domingo en Santa Mónica, California (EE.UU.), a los 66 años de edad, de un ataque al corazón.
Juan Gabriel se encontraba en los Estados Unidos en el marco de su gira musical «MeXXico Es Todo».
El presdiente de la Sociedad de Autores y Compositores de México, Armando Manzanero, confirmó la noticia a través de las redes sociales.
«Armando Manzanero lamenta el deceso de Juan Gabriel, compositor universal. Honor a quien vivirá siempre en sus canciones», publicó la SACM.
El cantante murió de un infarto fulminante en su casa de Santa Mónica California.
Había ofrecido conciertos el viernes y el sábado por la noche y tenía programada otra presentación en Texas este domingo.
Quién era Juan Gabriel
Cuando tenía 7 años, el cantante mexicano Juan Gabriel, por entonces un chiquillo inquieto que respondía al nombre de Alberto, conoció a un músico que había perdido el sentido del oído, y quien pasaba las tardes tocando una tabla de madera con las teclas dibujadas de un piano.
Se llamaba Juan Contreras, Juanito, y al igual que él vivía en una casa hogar de Ciudad Juárez, Chihuahua, en el norte de México.
En ese lugar, lleno de menores huérfanos o abandonados por sus padres, el único que no se burlaba era Alberto, y por eso el músico le enseñó a tocar guitarra.
Juanito fue el primer maestro de quien luego se convirtió en uno de los compositores y cantantes más populares de América Latina, con unos 100 millones de discos vendidos y cuya carrera fue una de las más controvertidas en la historia reciente de su México natal.
Grandes éxitos
En este país son pocas las fiestas donde no se escuchen canciones del artista, fallecido este 28 de agosto a la edad de 66.
Juan Gabriel vendió más de cien millones de copias de sus discos
Hay quienes sostienen que no hay un mexicano que conozca al menos una de sus creaciones. Y lo mismo quizás puede decirse de muchos latinoamericanos.
La diferencia, Déjame vivir, Amor eterno (dedicada a su madre), Yo no nací para amar, Siempre en mi mente, Querida o Hasta que te conocí, entre muchas otras, son ampliamente reconocidas en el mundo de habla hispana, ya sea cantadas por él o por los muchos otros cantantes que interpretaron sus creaciones, entre ellos Ana Gabriel, Rocío Durcal, Cristián Castro y Vicente Fernández.
Pero esa popularidad no fue siempre bien recibida.
Cuando en 1990 actuó por primera vez en el Palacio de Bellas Artes, varios intelectuales cuestionaron que se le abrieran las puertas del máximo recinto cultural del país a un artista al que consideraban simplón.
A sus seguidores no les importó.
Cada vez que se presentó allí o en otros locales los llenó a tope.
Soledad
Antes de ser Juan Gabriel, el cantante tuvo otro nombre artístico: se llamó Adán Luna.
Y mucho antes, cuando nació el 7 de enero de 1950 en Parácuaro, Michoacán, sus padres le registraron como Alberto Aguilera Valadéz.
Tuvo una infancia difícil.
Antes de que cumpliera 5 años, su padre dejó a la familia por razones que aún no se conocen por completo.
Al mirarme en el espejo a los ojos, me veo que soy todos los que han participado en mi nacimiento»
La versión más repetida es que fue internado en un hospital psiquiátrico después de sufrir un fuerte impacto emocional tras incendiar accidentalmente una zona de pastizales.
De este episodio Juan Gabriel nunca dio detalles.
«Vengo de Michoacán, de una familia que se tuvo que ir de Parácuaro a Ciudad Juárez por las razones que hayan tenido que ser», le dijo al periodista Juan José Olivares en una entrevista publicada en el diario capitalino La Jornada cuando el cantante cumplió 40 años de carrera.
Al llegar a la ciudad fronteriza su madre lo dejó en una casa hogar, llamada Centro de Mejoramiento Infantil, porque sus ingresos como empleada doméstica no alcanzaban para alimentarlo junto a sus seis hermanos.
Pocas veces lo visitaba. El cantante confesó que en esos años sufrió una profunda soledad.
Los comienzos
«El divo de Juárez» se inició muy joven en el espectáculo.
Desde que llegó al orfanato, Juan Gabriel pensaba en escaparse, pero tardó nueve años en conseguirlo cuando «ya con la confianza que me tenían, un día al salir a tirar la basura no regresé».
Y no volvió.
Durante varios años permaneció en Ciudad Juárez, sobre todo en la zona centro de la población donde abundaban centros nocturnos, cantinas y zonas de prostitución.
Al cobijo de ese ambiente, el joven aprendió a cantar y en poco tiempofue contratado en el cabaret Noa Noa, donde inició su carrera musical.
De hecho, una de sus primeras composiciones fue dedicada a este lugar y lleva su nombre.
El Divo de Juárez
Parecía que se recuperaba de la difícil etapa de su niñez e incluso fue invitado a un programa de radio donde el conductor lo bautizó como Adán Luna.
Pero meses después, al viajar a la capital mexicana en busca de una mejor oportunidad, sufrió un nuevo tropiezo: fue acusado de robo y estuvo un año y medio en la cárcel de Lecumberri, hasta que se comprobó su inocencia.
Nada le ha sido fácil, salvo el éxito»
«Viví muchas cosas al llegar a la Ciudad de México. Aunque era bueno para hacer canciones, era muy inocente para otras, y al caer en la cárcel no supe cómo defenderme. Me acusaron de robo sin evidencias».
Ese período fue definitivo en su carrera. Al salir de prisión grabó su primer disco, que tuvo buenas ventas. A ese siguieron decenas más, acompañados de presentaciones en televisión y luego en los principales escenarios de México, Latinoamérica y Estados Unidos.
En todo momento Juan Gabriel recordó sus orígenes en el céntrico barrio de la ciudad fronteriza.
Pronto en los medios mexicanos se le conoció como El Divo de Juárez.
Un auténtico showman.
El origen de su nombre artístico del cantante también estaba marcado por su infancia: Juan en honor a Juanito, su primer maestro, y Gabriel para recordar a su padre.
El legado
En sus más de cuatro décadas años de carrera, Juan Gabriel compuso unas 1.500 canciones, la mayoría con letras y melodías sencillas dedicadas al amor o la amistad que, según los especialistas, fueron el secreto de su popularidad.
En 2002 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Sus discos ocuparon los primeros lugares en ventas y varios artistas que interpretaron sus canciones se contagiaron del éxito.
Hubo quienes intentaron opacar sus triunfos atacando sus preferencias sexuales, pero él nunca les dio en el gusto y les respondía con ambigüedades: «Lo que se ve no se pregunta«, solía contestar a los señalamientos sobre su supuesta homosexualidad.
Según los especialistas logró abrirse paso en un machista entorno social, gracias a su carácter sencillo y cercano a sus seguidores.
El cantante así lo entendía cuando cumplió 40 años de profesión.
«Considero que soy millones y me asombro, me maravillo, porque al mirarme en el espejo a los ojos, me veo que soy todos los que han participado en mi nacimiento«.
Hoy, muchos de esos millones lloran su muerte.