La tristeza de Susan Boyle
Mal momento
La cantante, que saltó a la fama en 2009, bajó de peso por pedido de sus médicos. Sufre diabetes y el Mal de Asperger, una forma de autismo. «Necesitaba dejar de comer pasteles. Son mi perdición».
La fama parecía haberle cambiado la vida, pero no todo lo que brilla es oro. Su triste presente la encuentra lejos de aquel esplendor de 2009, cuando fue descubierta por su talento para el canto. Susan Boyle lucha contra el síndrome de Asperger, una forma de autismo, y tuvo que bajar de peso para palear la diabetes.
«Necesitaba dejar de comer dulces y pasteles. Son mi perdición”, confesó entre lágrimas. Así podrá luchar mejor contra una diabetes de tipo 2 que la desestabiliza. La británica aseguró a “The Mirror” haber reducido dos tallas tras hacer caso a las advertencias de sus médicos.
“No he cantado en vivo este tiempo porque estuve enferma. Tiene que ver con mi síndrome de Arperger», afirmó la escocesa de 55 años. «Cuando cantas, te metes en el personaje. Me escondo detrás de ese personaje del escenario. Puedo sentir morirme, pero el público quiere ver a alguien sonriente», agregó.
Susan antes del ataque de ira que sufrió este año. (AP).
La intérprete había sufrido problemas de aprendizaje cuando era pequeña y los doctores le informaron que era debido a daños cerebrales ocasionados por la falta de oxigeno al nacer. Fueron años de burlas en la escuela. Y de incomprensión: “Me dijeron que tenía daño cerebral. Siempre supe que era una etiqueta injusta”, afirmó. Ahora entiendo más claramente qué está mal y me siento aliviada y un poco más relajada”.
Voluntaria en una iglesia en un pequeño pueblo escocés, se convirtió en una sensación de la música después de interpretar la canción de musical ‘Les Miserables’ en la competencia de canto “Britain’s Got Talent”, en el 2009.
De voluntaria de una iglesia a cantarle al mundo. (AP).
El contraste de su timidez con su increíble voz fue furor. Vendió más de 14 millones de discos, paseó por el mundo, pero la felicidad no fue completa. En abril de este año tuvo un ataque de furia en el aeropuerto de Heathrow, en Londres. Se trenzó en una acalorada discusión con un integrante de British Airways y la Policía tuvo que intervenir para calmarla. Luego la llevaron a un hospital, donde quedó internada. A los 53 años había admitido lograr tener su primer novio y ahora, soltera otra vez, dice que no renuncia a encontrar al amor de su vida.
Épocas felices, al comienzo de su carrera. (AP).