A diferencia de la despistada Carmina que creía haber ganado el Gordo, el encargado de llevar el peso de este anuncio es un entrañable abuelo del que no conocemos el nombre. A pesar de su edad se atreve a aprender un idioma nuevo. El vídeo empieza con el señor recogiendo en su casa un curso de inglés para principiantes con sus correspondientes libros y lecciones en audio.

El abuelo se ha marcado como objetivo aprender inglés y hace todo lo posible para lograrlo. Para hacerse mejor con el vocabulario llena su casa de post-its con el nombre de cada cosa traducido. Hasta su pobre perro sufre esta metodología con una pegatina en la cabeza. Lo que haga falta por avanzar con la nueva lengua.

El protagonista se pasa el día con unos auriculares puestos y va repitiendo poco a poco todo lo que dice su maestro virtual. “I am, you are, he/she/it is”… una y otra vez hasta que se le queda en la memoria.

Las imágenes más graciosas ocurren cuando el carismático abuelo va en un autobús repitiendo lo que escucha en sus auriculares. De forma errónea, y sin darse cuenta, acaba declarándose a una joven que tenía delante: “Te quiero, eres perfecta”.

Además, también mira películas en inglés. Ahí aprende nuevo vocabulario que luego pone en práctica al amenazar de muerte a su patito de goma en la bañera.

Con el paso de los días logra perfeccionar su vocabulario de la lengua de Shakespeare y se atreve con expresiones que le puedan servir para comunicarse con mayor fluidez.

Todo este empeño por aprender inglés tiene una razón que se desvela al final del spot. Un motivo que no desvelaremos aquí para que los lectores de la web La Vanguardia puedan descubrirlo de forma propia, lo único que podemos decir es que provocará más de una lágrima a los que se encariñen con este abuelo polaco.